La religión un traje que mucho confesionan a su medida.
Si fuera por las numerosas religiones con que contamos en la actualidad me
imagino que en la tierra existieran millones de santos pues como dice Ricardo
Arjona en este mundo hay mas religiones que niños felices, eso es cierto cada religión
se empeña en demostrar que ella es la poseedora de la verdad pero a fin de
cuenta todas persiguen lo mismo acercarse a Dios o a Jehová como lo nombran otras
religiones con la finalidad de que este apruebe como bien sus actos para así más
adelante poder ganar la salvación de sus almas y por ende pasar a la vida
eterna como lo señalan Las Sagradas Escrituras.
Lo cierto es que la religión se ha convertido para mucho en una especie
de fanatismo, para otro es un negocio y para algunos esta vendría siendo como
un manto para cubrir todas sus vagabunderías, esto no es un secreto para nadie
acaso no vemos a diario en los noticieros como muchos sacerdotes y otros
religiosos comenten actos de vandalismo penados por la ley, como son violación
a menores. Son muchos los jóvenes que a veces se encuentran muy confundidos a
consecuencia de los que le dictan la religión a la cual estos pertenecen, esto
pude acarrear problemas psicológicos pues muchas veces sus padres le imponen
cumplir con estos reglamentos de una forma tal que el joven no encuentra salida.
La religión desde tiempos muy
remotos ha sido tema de debate si nos remontamos a los tiempos de la inquisición
cuando en nombre de la religión se cometieron grandes atrocidades, y qué
decirle de la doble moral de muchos religiosos, yo misma he podido percatarme
de ese tipo de conducta de algunos que dicen ser muy devotos, recuerdo en una ocasión
que me encontraba en la feria del libro el mismísimo cardenal paso frente a un
grupo de personas humildes que estaban aglomerados allí observando a las
celebridades que se daban cita a una actividad que se celebraba en el teatro
nacional, este señor paso con unos aires de grandeza que ni siquiera un buenas
noches dirigió a todos lo allí presente, si Dios es amor como una persona que
predica este amor proyecta esta actitud, les cuento que conozco personas que
van con mucha frecuencia a misa y ni siquiera me miran al rostro para poder
dirigirle el saludo, otros expresan que lo que no están dentro de su religión
son impíos y ni siquiera dirigen el saludo, explíquenme no entiendo cuando Dios
ha discriminado a las personas.
Podríamos decir entonces que la religión cada día se aleja más de los
principios que esta debe perseguir, fomentar el amor de Dios y promover la unión
y el amor entre los hombres.
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