Lo que la delincuencia se llevó

Cuando tenemos momentos libres para flexionar que por lo regular no son muchos fruto de la vida agitada que llevamos hoy día de vez en cuando  la nostalgia nos invade al darnos cuenta de que hay cosas de nuestras vidas que nos hemos visto en la obligación de dejar atrás a raíz de la criminalidad que se vive en el país.

Un vivo ejemplo de esto es cuando personas en las calles se nos acercan para pedir monedas, muchos sentimos temor porque no sabemos si es cierto que son indigentes o se nos acercan para robar.

 Ya casi ninguna persona al menos que se considere un super héroe se atreve a salir fuera de su casa con la tradicional cadena de oro que acostumbraban a portar con mucho  orgullo en el pecho todos aquellos que tenían un familiar residiendo fuera del país y que a su regreso traían dentro de los codiciados obsequios, cadenas, anillos y los famosos tenis con las luces que nunca se quedaban.

 Y que decirles de la paz y tranquilidad  que se gozaba en las principales provincias del país, cuando uno llegaba a las mismas  en sus parques se reflejaba un ambiente de cordialidad y hermandad entre sus moradores, en la actualidad el panorama es distinto, porque esa paz ha sido amenazada por los narcotraficantes y delincuentes, que a diario protagonizan crímenes y asaltos allí. 

Recuerdo de forma jocosa cuando yo apenas era una adolescente como un grupo de jóvenes de mi provincia Duarte solían salir a realizar caminatas y visitas a amigos que vivían muy retirados de sus hogares, cuando estas tomaban el camino de regreso en ocasiones intentaban llegar a sus casas en las llamadas bolas.

 Pienso que  si hoy en día estas jóvenes realizaran esta practica estarían firmando muy posiblemente sus sentencias de muerte. Y es que definitivamente la criminalidad y la impunidad hoy son el pan nuestro de cada día. 

vamos a rogar a Dios que la delincuencia en todas sus manifestaciones no se robe la fe y la esperanza de todos los dominicanos que soñamos que algún día al despertar tendremos un mejor país.

  Porque entonces solo nos  quedaría decir que la delincuencia ya  se lo llevo todo.